un texto de Renzo Sicco
canciones de Renato Rascel
música y arreglos de Matteo Curallo
la trompeta de Paolo Milanesi
en escena Cristiana Voglino, Andrea Castellini y Paolo Sicco
movimientos coreográficos Antonella Dell’Ara
las ovejas han sido realizadas por Paolo Rogantin
el espantapájaros es un auténtico traje de paja de los pastores portugueses
dirigido por Giovanni Boni
El nuevo espectáculo de Assemblea Teatro ¿Dónde van los globos? es una pincelada de color en un época indudablemente gris y tensa. Es un himno al refinamiento y a la elegancia, una exaltación – al fin y al cabo – de la palabra italiana y de sus múltiples potencialidades semánticas.
Es luz tenue contra el exceso (a veces derroche) de iluminación, es voz sosegada contra los gritos de la vida cotidiana.
Si añadimos que el espectáculo en cuestión es para niños, la fórmula resulta casi experimental, aún tratándose de un homenaje a un cantautor desaparecido hace más de veinte años.
Los globos son los que “se escapan de las manos de los niños”, como cantaba Renato Rascel en una de sus poéticas canciones dedicadas al mundo de la infancia. Actor de teatro pero también de cine y televisión, cómico, cantautor y bailarín, Rascel fue un gran hombre del espectáculo, que cosechó gran fama en los años Cincuenta y Sesenta. Sus textos dedicados a los más pequeños son de una profundidad exquisita: recogen juegos de palabras, mensajes educativos jamás dogmáticos, en un divertimento que no es un fin en sí mismo. Va siempre más allá.
Es exactamente esto lo que la compañía turinesa ha sabido hacer, realizando una producción teatral a partir de las canciones que Rascel había pensado para la infancia. Unos arreglos modernos para temas que pertenecen a los abuelos de los niños de hoy.
Un hilo rojo ( los textos de Renzo sico) en grado de enlazar elementos que no estaban pensados inicialmente como fragmentos de un mismo espectáculo.
Y tres espléndidos actores (Cristiana Voglino, Andrea Castellani y Paolo Sicco) en grado, como el mismo Rascel, de conjugar las distintas declinaciones del arte.
El resultado es un delicioso musical perfecto para los niños e imprescindible para los adultos con abstinencia de poesía.
Daria Capitani
